sábado, 7 de febrero de 2009

Museos: Guggenheim Bilbao

Cierto es que normalmente suelo hablaros sobre edificios y museos de Madrid, haber es lo que tengo más cerca, pero llevo queriendo escribir sobre este impresionante edificio porque creo que a pesar de su fama en España todavía es un gran desconocido. Desde luego que todos sabemos de él, hemos oído hablar comentario y críticas hasta la saciedad tanto de círculos de entendidos como a pie de calle, pero no por su valor artístico. Por eso y porque tenemos que valorar algo mejor lo que tenemos aquí vamos a conocerlo un poco mejor.


El museo de arte contemporáneo Guggenheim de Bilbao (uno de los museos de la Fundación R. Guggenheim), realizado por el archiconocido arquitecto americano Frank Gehry, ya es a día de hoy un edificio vanguardista de gran valor reconocido en todo el mundo y que atrae a miles de visitantes a pesar de lo que se pudo pensar en un principio. Se inaguró en octubre de 1997 con la finalidad de revitalizar la ciudad y la provincia de Vizcaya, y que corrió acargo de las administraciones públicas de la comunidad autónoma.


Ubicado junto a la ría integra ésta con el Ensanche clásico de la ciudad al que se puede acceder desde las zonas histórica y comercial, rodeado de paseos y plazas que configuran la zona de Abandoibarra. De fondo encontramos el Puente de La Salve, la ría, los edificios del centro y las laderas del monte Artxanda. Este emplazamiento hace factible que el edificio sea visible desde tres puntos de vista. En total ocupa 24.000 m2 de los cuales 11.000 son de expacio expositivo.


En líneas generales se puede decir que las mayores características que lo hacen inconfundible son la suavidad y fluidez de sus formas. A la vez otra seña inconfundible es la textura y el color de su superficie,inspirada en el mundo natural como son las escamas de los peces, dada gracias a que los volúmenes interconectados que lo componen están recubiertos por piedra caliza y titanio. Hay que añadir a esto que el modo de conexión es através de muros de cortina de vidrio que dan transparencia y luminosidad al edificio. En sí a la vista tan sencillo y natural, creando una gran forma escultórica, desde la ría asemejándose a un barco, desde la altura como una flor.


Los materiales utilizados como ya hemos dicho principalmente son los tres ya comentados. La piedra caliza seleccionada por su tonalidad la cual se funde con el fondo de la Universidad de Deusto (de piedra arenisca). Las paredes de cristal montadas en una compleja estructura metálica son de un vidrio tratado que protege el interior del calor y la radiación a pesar de ser traslúcido. Por último el titanio que con su acabado rugoso asemejándose a las escamas de pez recubren grandes áreas, efecto que Gehry buscaba para crear una mayor textura y belleza.


Dentro del edificio hay que resaltar el Atrio central de alrededor de 50 metros de altura (el corazón del edificio) que sirve como punto de convergencia y de orientación al visitante al igual que para obras concebidas para el mismo. Las paredes diáfanas inundan de luz junto a la cenital “flor metálica” el atrio, dejando a su vez una vista limpia de la ría y los montes circundantes. No hay que obviar además que el atrio es uno de los rasgos característicos de Gehry.


En referencia a las áreas dedicadas a exposición el espacio se distribuye en tres niveles dejando 20 galerías de proporciones clásicas y otras con una singular irregularidad. Las galerías clásicas, rectangulares, se identifican desde el exterior por su recubrimiento de piedra en cambio las irregulares están recubiertas por titanio. Además todas las salas disponen de iluminación natural proveniente de lucernarios incluyendo las salas de la planta baja.


Las obras de gran formato también tienen cabida gracias a una galería especial preparada destinada a ello, sin columnas y un suelo capaz de soportar los pesos correspondientes. La galería atraviesa por debajo el Puente de La Salve, dando en su extremo con una torre que pareciera abrazar el puente y así quedando incluído en el edificio. Tiene además una entrada propia con el que le da independencia.


La disposición de las galerías se organizan alrededor del Atrio en tres niveles conectándose a través del sistema de pasarelas suspendidas del techo, ascensores de cristal y torres de escaleras.


El museo por supuesto también cuenta con zonas no expositivas entre las que podemos citar un Auditorio con capacidad para 300 plazas, un restaurante, un par de cafeterías, la tienda-librería y también el edificio de administración. Todos estos puntos accesibles tanto desde el interior como desde la plaza del museo, permitiendo que forme parte de forma activa en la vida urbana.


Pero aparte de todo esto no puedo dejar de comentar fuera ya de tanto detalle y a modo de mayor información que este impresionante edificio no hubiera sido posible sin haber contado con el programa aeroespacial CATIA. Un programa de diseño tridimensional usado en este caso para proyectar superficies curvas con control numérico finite, dando posibilidad a la arquitectura a explorar esculturalmente hablando a la vez que mantiene el control de la geometría y la viabilidad para construirlo. Algo en su día insólito pero que dio los resultados esperados.


Por otro lado también debemos hablar sobre la colección propia que alberga el Guggenheim de Bilbao. Quizás el punto más débil sea este, como por ejemplo opinan algunos entusiastas que este edificio está muy por encima de las obras que contiene.


En la actualidad los fondos del museo contienen obras de artistas significativos de la segunda mitad del XX. Ejemplos de ello son obras de Chillida, Klein, williem de Kooning, Motherwell, Rauschenberg, Rosenquist, Clyfford Still, Tápies e incluso Andy Warhol. A la vez esta colección complementa la colección del resto de las instituciones Guggenheim y ofrecen en conjunto una vista más profunda en las artes del siglo XX, abarcan desde las primeras vanguardias hasta el arte más contemporáneo. Esta colaboración posibilita acceder a estos fondos artísticos para cualquiera de ellos.


Para concluir deciros que si visitáis Bilbao es una visita obligada que no os dejará indiferente aunque tan sólo sea pasear por los alrededores, desde luego es uno de esos edificios que por mucho que se diga hay que verlo personalmente. Aún así como ya es costumbre en este blog os dejo algunas imágenes que saqué cuando estuve el verano pasado.


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